Seis puntos en juego en solo cuatro días. Ese es el reto que nuestro CD Marchamalo tiene por delante en esta Semana Santa, que lo será de mucha competición y de ningún descanso para la plantilla y el cuerpo técnico que dirige Aitor Gómez, merced al cambio de fecha sufrido para toda la jornada 25 de competición en el grupo XVIII de Tercera División debido a la pasada disputa de la fase final de la Liga de las Regiones de la UEFA. Castilla-La Mancha compitió en las semifinales, donde cayó derrotada, y la práctica totalidad de los clubes castellanomanchegos tendrán que jugar mañana, día de Jueves Santo, los partidos que se aplazaron entonces.
Dos partidos a «cara de perro» en los que nuestro equipo se enfrentará a otro rival directo lejos de casa (el CD Villacañas) y al colista del grupo (el AD San Clemente) ya de regreso a La Solana, este domingo a las 17.00 horas, afectados por el cambio al horario de verano a nivel nacional (recuerden, del 30 al 31 de marzo, a las 2.00 serán las 3.00 horas). En ambos encuentros el objetivo está claro para el técnico madrileño, “conseguir los tres puntos para poner tierra de por medio tanto con Villacañas como con el Albacete B ante los arrastes de 2ª RFEF que pueda haber”, a pesar de que «sin duda es complicado, dado que los jugadores no están acostumbrados a tantos partidos en tan poco tiempo».
En el cómputo total, son solo seis puntos de los 29 que restan por disputar, pero sabiendo lo importante que es el componente emocional en el fútbol y dado el momento en el que nos encontramos, pueden marcar cuál será definitivamente el objetivo por el que luchará el CD Marchamalo hasta final de temporada: si por rozar la zona noble de la clasificación o por evitar los puestos calientes que podrían conllevar un descenso de categoría. A solo seis puntos está el Toledo, sexto clasificado, pero también a solo tres el Atlético Albacete, que marca la salvación a falta de conocer si desciende algún equipo castellanomanchego desde 2ª RFEF a final de temporada.
De momento el primer match-ball se saldó en tablas este pasado domingo, en un partido difícil, después de muchas horas de viaje de madrugada para poder jugar a las 12.00 del mediodía en Albacete. «Nos volvimos con sabor agridulce de ese partido, porque tanto por ocasiones como por cómo de desarrolló, de principio a fin, merecimos más», asegura Gómez, quien da el punto por bueno al manter la distancia con el incómodo puesto que ocupa el filial albaceteño.
Ahora toca el segundo, en Jueves Santo y también lejos de casa, ante un Villacañas que nos acecha a solo dos puntos de distancia. «Por la plantilla que tienen no deberían ocupar los puestos bajos, pero las cosas se complican y te ves ahí metido», situación familiar para los nuestros que ahora se ven más fuertes y «mentalizados de hacer un buen partido allí y sacar los tres puntos».
Finalmente, este mismo domingo podremos volver a ver a nuestro equipo en casa, tres semanas después de la victoria por la mínima ante el Huracán de Balazote, y con la esperanza de reeditarla frente al actual colista del grupo, la AD San Clemente. A los conquenses se les está atragantando su primera experiencia en la categoría, y son sin duda la oportunidad que los de Aitor Gómez necesitan para poner tierra de por medio antes de tener que viajar a Puertollano. «Tenemos que tener cuidado porque parecen haber despertado, ganado a un equipo ponente como el Toledo, por lo que no hay que despreciar al rival y tomárnoslo muy en serio», ha sentanciado Aitor Gómez.