CD Marchamalo 1-0 Águilas FC
CD Marchamalo: Pagola; Juancar, Mayordomo (Rafa, minuto 46), Christian (Sebas, minuto 88), Prada; Pablo (Carlos Gómez, minuto 78), Oliveira, Lucas (Molina, minuto 46); Gabri (Braun, minuto 46), Alvarito y Abraham.
Águilas FC: Iván; Uriel (Uche, minuto 90), Juanma, Ramón, Mounir; Óscar, Pedro, Mamadou (Rafael, minuto 52), Cristo (Juan José, minuto 71); Cristo García y Junior Amour.
Goles: 1-0 minuto 90: Abraham
Árbitro: Latorre Gracia (Colegio Aragonés), asistido en las bandas por Martín Martín y Nadal Avellanas. Amonestó con tarjeta amarilla a los locales Juancar (minuto 8) Oliveira (minuto 16), Mayordomo (minuto 22), Alvarito (minuto 51), Sebas (minuto 70), Prada(minuto 85, minuto 90) y Abraham (minuto 90); y a los visitantes Junior Amour (minuto 37, minuto 67), Óscar (minuto 67) y Uriel (minuto 79). Expulsó con doble tarjeta amarilla al local Prada (minuto 90) y a los visitantes Junior (minuto 66). Además, también expulsó al auxiliar local Pablo Atienza (minuto 23)
Incidencias: Partido correspondiente a la jornada 20 del grupo V de Segunda RFEF disputado en el Campo Municipal de La Solana de Marchamalo (Guadalajara) ante 450 espectadores. Antes del encuentro se guardó un minuto de silencio en memoria de Vicente Gonzalo Aparicio, socio del CD Marchamalo.
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Seguiremos soñando una semana más. Conocedor de la importancia del choque, los nuestros se dejaron el alma buscando una victoria ante un rival directo como el Águilas FC. Y vaya si lo consiguieron.
Durante los primeros 45 minutos, las interrupciones en el juego fueron las protagonistas . Apenas se contabilizaron ocasiones claras en ambos equipos. No en vano, serían nuestros gallardos quienes más dispuestos se mostraron a la hora de buscar portería rival, pero el planteamiento de los murcianos solo favorecía el juego brusco y poco vistoso. Así, Alvarito cuando apenas los gallardos presentes en La Solana habían cogido sitio, se presentó delante del portero rival. Pero su disparo, en última estancia, fue taponado por la defensa aguileña.
Después, las tarjetas amarillas y las continuas faltas pasaron a primer plano. Hasta cuatro tarjetas amarillas y una roja (a un auxiliar gallardo) se vieron durante la primera parte. No obstante, los nuestros intentaban con garra y orgullo, llevar peligro al área aguileña. Así, un incisivo Gabri, de lo mejor en el ataque gallardo, intentaba, hoy desde la izquierda, buscar con sus internadas a Abraham, pero sus centros acaban despejados por la zaga visitante.
Lo más peligroso del Águilas FC durante la primera parte fue un cabezazo manso de Cristo en el minuto 33. Hasta entonces, poco o nada de unos visitantes bien colocados en el campo y sin ánimo de arriesgar. Poco después, sería Lucas Ferraz quien buscó inquietar al arquero murciano, pero su disparo, manso, fue atajado sin problemas por Iván. Así, el descanso llegó en La Solana.
Tras la reanudación, Aitor Gómez realizó hasta tres cambios. Pero el alma y el ímpetu gallarda seguía intacta. Si bien es cierto que la segunda mitad del encuentro fue un calco de la primera, el resultado fue inmensamente mejor para nuestros intereses. El comienzo tras el descanso siguió teñido de brusquedad, interrupciones y poco juego. Pero los gallardos tuvieron paciencia. No se fueron del encuentro y recibieron un premio merecido.
Mientras el partido se perdía entre cambios, tarjetas amarillas e impaciencia. Los de Aitor Gómez buscaban arrimarse al área visitante. Todo como en la primera parte. Seguían Alvarito y, ahora, Braun por las bandas buscando perforar la defensa murciana, sin demasiado éxito. Tan solo, un remate de Abraham – a la postre protagonista – tras una buena jugada conjunta, sería hasta entonces lo más destacado del encuentro.
Los visitantes, mientras, agazapados y esperando un error o un milagro, seguían hacer correr los minutos. Así, no sería hasta el minuto 77 cuando protagonizaron un acercamiento peligroso, pero que se saldó sin consecuencias para nuestros intereses. Parecía que el partido desembocaría en un insulso empate a cero, donde los nuestros no serían capaces de aprovechar su superioridad numérica tras expulsión de Junior en el minuto 67.
Pero cuando los presentes en La Solana se empezaban a resignar con un resultado insuficiente, llegó Abraham para colmar de ilusión al graderío gallardo. Era el minuto 90 y el nueve verdillo hizo gala de lo que es, un delantero de nivel. Su instinto en el área hizo que se encontrara un balón que mandó al fondo de las mallas para alegría de toda la parroquia marchamalera. Se hacía justicia. El único equipo que intentó proponer se llevó el premio gordo. Una victoria. Algo más que tres puntos. Un halo de esperanza.