La perseverancia de todo el equipo logró arrancar la primera victoria de la temporada

Al fin llegó la primera victoria para el Club Deportivo Marchamalo en la presente temporada. Ha costado nueve partidos y buen seguro que esa fue una de las principales razones por las que el equipo y el público de la vivió tan intensamente, con una comunión entre el equipo y la grada como hacía tiempo que no se vivía en La Solana. Una victoria luchada, trabajada y que solo llegó gracias a la perseverancia de todo un equipo empeñado en sacar adelante un partido tan vital como este.

Vital, porque el rival era otro de los equipos que no ha empezado nada bien la competición, pero también porque no sacar una victoria de alguno de los dos partidos que hemos jugado seguidos en casa en la situación actual hubiera sido un escollo muy difícil de levantar en lo anímico dentro de una plantilla ya tocada por la dificultad que se estaba encontrando para ganar. Pero, por suerte, la victoria ya ha llegado y lo ha hecho con buenas sensaciones dentro y fuera del campo, con dominio en el juego, generando de ocasiones de gol, y con la sensación colectiva de que este equipo al fin está despegando.

Salvando una sorpresiva jugada inicial que Jony desbarató con seguridad, el partido fue de los nuestros prácticamente por completo. El equipo de Aitor Gómez se volcó sobre el campo rival, eso sí, sin renunciar a la defensa de cinco hombres con la que ya sorprendió frente al Villacañas. El técnico madrileño estaba empeñado en dar consistencia defensiva al equipo y parece que lo ha conseguido con una firme línea de tres centrales y dos carrileros muy ofensivos en la figura de Oli y Peñalvo, que se suman en el ataque a los extremos facilitando la superioridad numérica en las bandas cuando los nuestros atacan. Hoy el resultado de esta disposición táctica fue más notable, con constantes centros al área.

De uno de ellos salió la primera ocasión del partido, un centro que Ayoub no acertó a empujar a portería cuando la grada ya cantaba el gol, después otro remate del delantero que se marchó fuera por poco, y después le siguieron otros también sin acierto en las botas de Álex y de Pablo. La primera parte finalizó con dominio local, pero sin que el marcador se moviera, para reiniciar tras el descanso sin cambios tampoco en las alineaciones de ambos equipos.

Sin embargo, la intensidad del partido cambió en la segunda parte. El empuje de los nuestros metió en su área al filial albaceteño, generando ocasiones constantes, las más claras en botas de Álex, hasta que en uno de los numerosos centros al área, esta vez desde la derecha, Ayoub acertaba a desviar con la cabeza el balón lo justo para enviarlo al segundo palo, donde el portero no pudo llegar para evitar que llegara al las mallas.

La locura se desató en La Solana e inmediatamente después se sucedieron nuevas ocasiones. Primero para Álex, después para el recién entrado Daniyo, y a medida que avanzaba el partido, más a la contra, siendo la más clara la que no supo resolver Soga, solo ante la salida del portero rival. Sin duda deberían haber sido suficientes para conseguir el gol de la tranquilidad, pero no fue así, y entre lo ajustado del marcador y el larguísimo tiempo de descuento concedido por el colegiado, aún hubo que sufrir para mantener a raya a un Atlético Albacete que intentó llegar a la portería de Jony hasta el final del partido. En los minutos finales se vivió una exhibición mas de voluntad que de acierto por parte del rival, estando los nuestros firmes en defensa para impedir que los tres puntos volvieran a escaparse de La Solana y poder así dar un paso adelante en la clasificación.